Hace una semana el Ejército ucraniano y grupos paramilitares aliados retomaron el control de Slaviansk, uno de los bastiones separatistas en el este del país y el frente de batalla durante semanas
La toma de Slaviansk obligó a las milicias separatistas pro rusas, que hace más de tres meses tomaron los gobiernos provinciales de Donetsk y Lugansk casi sin resistencia y declararon la independencia, a replegarse a esas dos capitales y reagrupar sus fuerzas para enfrentar la ofensiva final del gobierno nacional.
Mientras algunos reportes periodísticos no confirmados sostenían que los combates habían llegado a la ciudad de Lugansk, en Donetsk el Ejército se acercaba desde los suburbios con carros de combate y aviones caza, según los separatistas.
"Las fuerzas ucranianas asaltan la ciudad desde la localidad de Alexandrovsk. No se trata de simples tiroteos", aseguró uno de los voceros de la recientemente proclamada República Popular de Donetsk a la agencia de noticias rusa Interfax.
"No descartamos un intento de tomar por asalto la ciudad", agregó.
En los últimos días y ante los crecientes rumores de una inminente y masiva ofensiva, el gobierno nacional de Petro Poroshenko adelantó que su estrategia será sitiar las ciudades de Donetsk y Lugansk y no invadirlas.
Pero las promesas del presidente ucraniano no parecen haber tenido efecto y la tensión continuó creciendo hoy.
Según Kiev, siete soldados ucranianos y doce civiles murieron ayer en los alrededores de Donetsk. El gobierno nacional acusó hoy a las milicias, mientras los separatistas responsabilizaron al Ejército, según informó la agencia de noticias EFE.
Pero el pico de tensión se vivió hoy cuando el gobierno ruso confirmó que uno de sus ciudadanos murió a causa de un proyectil que explotó en el patio de su casa, no muy lejos de la frontera con Ucrania.
Rusia responsabilizó al Ejército ucraniano y calificó el ataque como un "acto de agresión" a la soberanía de su territorio y a sus ciudadanos.
La Cancillería rusa destacó que se trató de "una muestra de la peligrosa escalada de tensión en la zona de la frontera ruso-ucraniana y (advirtió que) puede tener consecuencias irreversibles, cuya responsabilidad recaerá en la parte ucraniana".
Por su parte, Kiev negó que los militares ucranianos hayan usado artillería contra el territorio de Rusia y que tengan alguna responsabilidad sobre el ataque que le costó la vida al ciudadano ruso.
Pese a la desmentida de Kiev, el malestar de Moscú se hizo sentir incluso en Río de Janeiro, en donde los líderes de Rusia y Alemania, Vladimir Putin y Angela Merkel, coincidieron por la final de la Copa del Mundo.
"Tanto Putin como Merkel destacaron la necesidad de retomar urgentemente el trabajo en grupo en Ucrania, posiblemente mediante una videoconferencia", informó el vocero del presidente ruso, Dmitry Peskov, a la prensa tras un encuentro a solas entre los dos dirigentes.
Fuente: Télam