El choque se produjo cuando los manifestantes que desde ayer bloquean la oficina chocaron con un grupo de "camisas rojas", como se conoce a los seguidores del gobierno.
La facción antigubernamental está encabezada por el monje budista Luang Phu Buddha Issara, quien ayer expresó que las boletas electorales son "frutos venenosos de árboles venenosos".
Además, el religioso advirtió sobre la posibilidad de que haya muertos en caso de que se celebren los comicios.
El choque entre los grupos rivales se produjo horas después de que unos desconocidos tirotearan de madrugada dos de los campamentos antigubernamentales en la capital.
A pesar de los bloqueos, el líder de los manifestantes, Suthep Thaugsuban, volvió a decir que su intención no es impedir la votación, sino animar a los ciudadanos a unirse a su campaña contra el sufragio.
Acompañado por cientos de sus seguidores, Suthep, ex vice primer ministro y ex diputado del Partido Demócrata (PD), marchó por el barrio chino de Bangkok, donde fue saludado por miles de simpatizantes en plena celebración del Año Nuevo Chino.
La primera ministra en funciones, Yingluck Shinawatra, ha reiterado que el sufragio es la mejor forma de salir de la crisis, a pesar del boicot de los manifestantes y la oposición, apoyados por la elite burocrática, las clases acomodadas de Bangkok, el Ejército y gran parte del electorado sureño.
La oposición quiere evitar las elecciones porque da por seguro que el actual gobierno obtendrá un triunfo contundente.
Por eso, exige que antes de votar se forme "un consejo popular" no electo que sustituya al gobierno y reforme el sistema político tachado de corrupto y al servicio del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, hermano de Yingluck.
Thaksin, derrocado en 2006 por un golpe militar, ha ganado directamente o a través de partidos afines todas las elecciones generales desde 2001 gracias al apoyo de la población rural del norte y noreste.
Políticas como la universalización de la salud pública, la entrega de microcréditos a pequeños productores y campesinos, y la compra por parte del Estado del arroz a un precio mayor al del mercado luego de desastres naturales garantizaron el apoyo de gran parte de la población a los hermanos Shinawatra.
El domingo pasado, los antigubernamentales impidieron la votación anticipada en la mayoría de los centros electorales de la capital y de otras provincias, donde intimidaron a los que trataron de ejercer su derecho.
La Comisión Electoral anticipó que el recuento se alargará y que tendrá que organizar votaciones parciales en los próximos meses para los que no hayan podido depositar su boleta y en las circunscripciones del sur donde los manifestantes impidieron el registro de candidatos.
Unos 200.000 policías fueron desplegados en todo el país para garantizar el desarrollo pacífico de la jornada electoral, de los cuales unos 10.000 lo harán en Bangkok, apoyados por unos 7.000 soldados, informó la agencia de noticias Efe.
Al menos diez personas murieron y más de 500 resultaron heridas en las protestas en diversos tiroteos y ataques con explosivos desde el pasado noviembre.
Fuente: Télam