El "topo", actualmente asilado en Rusia, comparó la situación con las actitudes totalitarias imaginadas por George Orwell en su novela "1984" y dijo que las formas de recolección de información que tenía el Gran Hermano "no son nada en comparación con lo disponible en la actualidad".
"Tenemos sensores en nuestros bolsillos que nos rastrean a cualquier lugar que vayamos", completó.
Snowden planteó que el debate generado por sus filtraciones "va a determinar la confianza que tendremos en la tecnología que nos rodea y los gobiernos que la regulan".
En ese marco, exigió "terminar con el espionaje masivo", en un mensaje dirigido a Washington y Londres, responsables de ejecutar programas informáticos como Prisma y Tempora para interceptar comunicaciones.
"Si realmente quieren saber cómo nos sentimos, preguntar siempre es más barato que espiar", exclamó.
George Orwell ya mostró en su libro "1984" los peligros de ese tipo de medidas para recabar información
El ex agente de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense indicó también que "un niño que nace hoy va a crecer sin la concepción de la privacidad".
"Nunca sabrán lo que significa tener un momento privado, un pensamiento sin grabar, sin analizar. Y eso es un problema, porque la privacidad importa, es lo que nos permite determinar quiénes somos y quiénes queremos ser", añadió.
Fue el primer mensaje televisivo de Snowden en Rusia, donde llegó el 23 de junio, tras permanecer 39 días en el aeropuerto de Moscú sin estatus migratorio definido hasta que el gobierno de Vladimir Putin le otorgó asilo político.
La filmación, de una duración menor de dos minutos, estuvo a cargo de la directora Laura Poitras, junto al periodista Glenn Greenwald, los primeros en publicar los documentos secretos del "topo".
Fue encomendada por el Canal 4 británico, que todos los años selecciona a una figura conocida para brindar un mensaje navideño alternativo al que realiza la reina Isabel II.
La señal eligió a Snowden, cuyas revelaciones que pusieron en jaque las relaciones de Estados Unidos y el Reino Unido con países aliados.
Es que entre las numerosas víctimas del espionaje están la canciller alemana Angela Merkel, el ex primer ministro israelí, Ehud Olmert, y oficiales de la Unión Europea (UE) y organizaciones sociales internacionales.
Las filtraciones también generaron un debate interno en Washington, con la creación de una comisión encargada de fiscalizar los programas de espionaje, que hace dos semanas recomendó al presidente Barack Obama que las agencias de inteligencia no almacenen los registros de llamadas telefónicas, sino que sólo accedan a ellas en casos especiales.
En el informe, los especialistas sugirieron que las empresas de telefonía o una tercera parte sean los que almacenen los registros de las llamadas de ciudadanos estadounidenses y que el Estado sólo pueda a acceder a ellas en casos que involucren "la seguridad nacional".
Fuente: Télam
