Anunció que de ser nombrado jefe de gobierno de la primera economía de la UE aumentará los impuestos a los más ricos para "frenar la creciente desigualdad"
El 9 de octubre de 2012 se impuso en la interna como candidato del SPD al obtener el 93.45% de los votos.
Ese día reconoció que Alemania "goza de buena salud económica", pero denunció "la precariedad laboral" y anunció que de ser nombrado jefe de gobierno de la primera economía de la Unión Europea (UE), aumentará los impuestos a los más ricos para "frenar la creciente desigualdad".
También afirmó que no volverá a realizar una coalición con los demócratas cristianos (CDU) de Merkel.
El socialdemócrata (28% de intención de voto) y la conservadora Merkel (40%) trabajaron juntos entre 2005 y 2009, durante el primer mandato de la canciller, cuando Steinbrück se desempeñó como ministro de Economía en una "gran coalición" entre la centroderecha y la centroizquierda alemanas.
Como ministro, Steinbrück se ganó la confianza de los alemanes por dirigir la economía de la principal potencia europea durante la crisis financiera de 2008.
Steinbrück, quien tímidamente criticó las políticas de austeridad promovidas por Merkel en Europa y propone otras para incentivar el crecimiento, logró reponerse a un inicio de campaña con varios pasos en falso, como por ejemplo afirmar que el salario mensual de un canciller (20.942 euros) no le alcanzaría para vivir.
Criticado por los medios por sus ingresos suplementarios, este año salió a la luz que desde 2009, Steinbrück recibió 1 millón de euros por una serie de 90 conferencias.
La denuncia periodística afirmó que las conferencias del socialdemócrata motivaron sus continuas ausencias al Parlamento, una contradicción con su política de transparencia y que erosionó su imagen ante un electorado exigente con el tren de vida de los políticos.
Pero cuando las encuestas presagiaban una nueva y aplastante derrota electoral para los socialdemócratas, el líder de la centro izquierda alemana, de 66 años, comenzó a descontar la diferencia en los sondeos.
La tendencia cambió luego del único debate televisivo con Merkel, el 1 de septiembre, y de una serie de participaciones en la televisión.
Su ascenso le permitió acercarse a 11 puntos porcentuales, cuando el mes pasado tenía un 30% menos de intención de voto de la actual canciller y era superado por el partido ecologista Los Verdes.
En una campaña considerada aburrida y sin un debate de fondo entre los candidatos, Steinbrück aportó carisma y humor, aunque podría dilapidar su remontada por una foto.
El viernes pasado, el diario de centroizquierda Süddeutsche Zeitung publicó en su portada una imagen en blanco y negro donde Steinbrück muestra su dedo mayor en alto en desaprobación por haber sido comparado con el italiano Silvio Berlusconi.
La foto, que formó parte de un reportaje fotográfico donde el candidato solo podía responder con gestos, generó revuelo en Alemania y críticas desde su propio partido.
El provocador gesto del socialdemócrata no deja de ser inoportuno ya que es reprobado por el 62% de los alemanes, quienes, además, dudan sobre su capacidad para dirigir el país (65%), según encuestas conocidas hoy.
El jueves 19, tres días antes de la elección, el canal de televisión pública ZDF dará a conocer la última gran encuesta de la campaña electoral.
Ese día se podrá verificar el impacto del gesto de Steinbrück, solo ponderado en Alemania por publicitarios y expertos en comunicación.
Fuente: Télam