Según este registro un 10% de los griegos están aún indecisos, mientras otro 5,3% asegura que no tiene intención de votar en estos comicios, los terceros de este año, tras las elecciones generales de enero y el referéndum del 5 de julio sobre los términos del acuerdo con los acreedores, para un tercer rescate.
El adelantamiento de los comicios fue forzado por la renuncia del primer ministro Alexis Tsipras, líder de Syriza, el mes pasado, luego de sufrir una rebelión del ala más izquierdista del partido contra el acuerdo de rescate financiero que firmó con los acreedores europeos del país, el tercero desde 2010.
El acto de cierre de campaña del conservador Nueva Democracia está previsto para hoy, mientras que mañana lo hará Syriza, tan solo dos días antes de la cita con las urnas.
En Grecia es habitual que los dos mayores partidos elijan días diferentes para poner el punto final a sus campañas, y que la mayor formación sea la última en celebrar su acto de cierre.
El presidente de ND, Vangelis Meimarakis, celebrara su gran acto en la céntrica plaza de Omonia, lugar que escogió Tsipras en los anteriores comicios de enero.
En aquellas elecciones, los conservadores eligieron un pabellón deportivo alejado del centro de Atenas, y esta vez, han elegido un espacio mucho más céntrico y popular.
Los conservadores centraron su campaña en atacar el manejo del gobierno de Syriza de la crisis de deuda y las negociaciones con los acreedores y en recalcar la necesidad de formar un gobierno de amplio consenso que devuelva la estabilidad política al país para poder salir de la crisis.
Aunque la mayoría de los sondeos dan una ligera ventaja a la izquierda, algunos pocos se la atribuyen a los conservadores.
Según una encuesta realizada entre el 12 y el 13 de septiembre por la Universidad de Macedonia para la cadena Skai y el diario Kathimerini, Nueva Democracia obtendría una ligera ventaja sobre Syriza.
Con un 30%, Nueva Democracia le ganaría a los izquierdistas, que obtendrían un 29,5%.
El neonazi Amanecer Dorado conseguiría la tercera plaza, una posición que le conceden todos los sondeos, con un 6,5% a un 7,5%, seguido del socialdemócrata Pasok y del centrista To Potami, ambos con en torno al 5%.
La Unión de Centristas, un partido fundado en los años ochenta pero que nunca obtuvo representación parlamentaria, lograría en torno al 3%, justo el mínimo para acceder al Parlamento, un porcentaje similar al que obtendría Unidad Popular, la formación nacida de la escisión de Syriza en el marco de la crisis desatada en esa formación por la negociación con los acreedores.
Fuera del hemiciclo se quedaría el nacionalista de derechas Griegos Independientes, socio de coalición de Syriza, con alrededor del 2,5%.
El director del think tank griego Brinding Europe, Dimitris Rapidis, señaló que las de este domingo constituyen "científica y políticamente hablando, una de las elecciones más difíciles en los últimos 15 años", por producirse en el marco de "una enorme crisis política y económica que podría estallar aún más durante los próximos dos años".
La clase política en Grecia -Syriza incluida, prosigue Rapidis- no brindó una alternativa creíble a las medidas de austeridad", por cuanto Grecia transita "una etapa de incertidumbre, con una agitación social que será visible en los próximos meses y a todo esto se le suma la crisis de los refugiados".
"Muchos de los ciudadanos que votaron a Syriza han cambiado de opinión y ahora no saben a qué partido votar" concluye el experto en una entrevista concedida al diario español El Mundo.
Fuente: Télam
