El jefe del grupo rebelde, Movsar Barayev, fue muerto mientras tenía en su mano una botella de cognac armenio, según las imágenes transmitidas por la televisión.
Un diplomático australiano dijo que, según las autoridades rusas, no hay extranjeros entre las víctimas.
Según el testimonio unánime de rehenes, testigos y corresponsales de prensa, tomó 15 minutos a las tropas rusas dominar a los guerrilleros y otros 40 para controlar el teatro y liberar a los secuestrados, que sobrevivieron a 58 horas de cautiverio y a la sangrienta operación de rescate.
De acuerdo con el último balance oficial, del Ministerio de Salud ruso, más de 90 rehenes perdieron la vida en los episodios, aunque horas antes se habían reportado sólo 67 cautivos muertos. (Télam-SNI)