Los documentos desclasificados hoy de los Archivos Nacionales, tras los 30 años de confidencialidad obligatorios, revelan también que la invasión argentina tomó por sorpresa a Margaret Thatcher, que consideraba que tal acto sería "estúpido" y que sólo vio que era una posibilidad real cuando le mostraron pruebas un par de días antes de la ofensiva.
De acuerdo con estos documentos, que abordan varios aspectos de la guerra británico-argentina, Thatcher ordenó reforzar las defensas del Peñón de Gibraltar pese a que sus asesores veían poco probable un golpe por parte del Ejército español.
"Entiendo que la primera ministra expresó preocupación por las implicancias de la crisis de las Malvinas para Gibraltar, en particular a la luz de los informes que indican que la reacción de la prensa española ha sido de júbilo", señala una nota del secretario de entonces de la política conservadora.
No obstante, según este funcionario la opinión de los militares era diferente.
"No tenemos razones para creer que haya una mayor amenaza militar contra Gibraltar por parte del Gobierno español", escribió el entonces secretario, según difunde hoy la agencia de noticias EFE.
El funcionario relata que el Comité conjunto de Inteligencia creía que España tenía "la capacidad militar de lanzar un ataque a corto plazo", pero también apuntaba que era "muy improbable que ocurra un ataque bajo el actual Gobierno".
Pero Thatcher mantuvo sus suspicacias y, según revelan los documentos desclasificados hoy, escribió en el margen de esa nota con rotulador que tal valoración "se asemeja sospechosamente" a la que se había hecho sobre Argentina antes de que ese país desembarcara en Malvinas.
En abril de 1982 -en plena Guerra de Malvinas, que transcurrió del 2 de abril al 14 de junio-, se supo que el Ejército español planeaba un ejercicio anfibio, y aunque se creyó improbable que derivara en un ataque, el Reino Unido reforzó las defensas aéreas de Gibraltar.
Ese ejercicio pasó sin incidentes y finalmente la Guerra de Malvinas, que empezó con un desembarco argentino para recuperar sus derechos históricos de soberanía, no tuvo ningún impacto en la colonia británica al sur de España que aún hoy sigue en manos del coloniaje británico.
Fuente: Télam