El gobierno de La Haya exige, igualmente, a la Unión Europea (UE) que todos sus países miembros implanten los aparatos.
Umar Faruk Abdulmutallab, quien intentó hacer volar el día de Navidad un avión estadounidense en Detroit, portaba cosido en la ropa interior material explosivo que no fue detectado en el aeropuerto holandés de Schiphol por pasar un control rutinario de detección de metales.
Los expertos holandeses en seguridad aseguraron que los explosivos del joven hubieran sido detectados, probablemente, con un escáner corporal.
En el aeropuerto de Schiphol están a prueba desde hace meses este tipo de máquinas detectoras para vuelos internos europeos, pero hasta ahora son los pasajeros los que voluntariamente deciden pasar por ellas o no.
Tras el reciente hecho, todos los partidos políticos holandeses expresaron su intención de apoyar el uso de los escáneres, argumentando que la seguridad de los pasajeros está por delante de la reflexión sobre la violación de la vida privada.
Sin embargo, aún debería promulgarse una reglamentación inequívoca sobre cómo se usarán las "imágenes de desnudos" de los escáneres y quién podrá verlas en caso de duda, como reclamó el Partido Popular de la Libertad y la Democracia (VVD).
Según los planes del gobierno, los escáneres deberán instalarse, primero, para todos los vuelos cuyo destino sea Estados Unidos y, después, a medio plazo, en todos los aeropuertos holandeses para todos los viajeros.
Los controvertidos aparatos muestran la imagen de la gente desnuda y posibilitan la visión de posibles armas o explosivos escondidos.
Por el momento, la reacción de la UE fue dejar la decisión del uso de estos aparatos a la voluntad de cada país miembro, como expresó hoy a la citada agencia de noticias un portavoz de la Comisión Europea desde Bruselas.
"Este asunto lo puede decidir cada uno de manera independiente", comentó añadiendo después: "Para ello no necesitan ninguna directriz europea".(TELAM)