Las palabras, pronunciadas en el comité de campaña en Brasilia ante miles de partidarios que festejaban el resultado, aludían al freno en el crecimiento económico que vive Brasil, admitido por la presidenta, que se comprometió a intensificar las políticas necesarias para generar un nuevo impulso.
No obstante, en la jornada posterior a los comicios, cuando la mandataria despejó su agenda para descansar en el Palacio da Alvorada y recibir las comunicaciones y llamados de jefes de Estado y personalidades del mundo, el mercado mostró un signo de desconfianza con una caída de la Bolsa de San Pablo, que luego de rondar los cinco puntos recuperó terreno, pero igual cerró hoy con una baja del 2,77 % y en su menor nivel desde abril.
En tanto, las acciones preferenciales de la estatal brasileña Petrobras, blanco de denuncias por escándalos de corrupción en la campaña, se hundieron un 12,33 %. Estos papeles fueron también los más negociados con una participación en el volumen financiero del 17,49 %, mientras que el dólar subió y finalizó a 2,524 reales para la compra y 2,526 reales para la venta.
Los mercados ya habían mostrado alteraciones la semana pasada cuando los sondeos le daban una pequeña ventaja a Rousseff sobre Aécio Neves, y el escenario de hoy también mostró signos negativos, aunque no entró "en pánico", señalan los medios locales económicos.
Durante la campaña, Rousseff indicó que haría cambios en la política económica y que sustituiría al ministro de Hacienda, Guido Mantega, en el cargo desde 2006, pero hoy, y ante el panorama de los mercados, el ministro dijo que con el triunfo, quedó en evidencia "una aprobación de la línea económica" por parte del electorado.
"Estoy feliz con el resultado de las elecciones, porque muestra que la población aprueba la política económica", dijo Mantega en rueda de prensa en la que intentó calmar a los mercados. "Serán prioridades el fortalecimiento fiscal y el control de la inflación de acá a cuatro años", agregó el ministro.
En ese contexto, hoy fuentes de la campaña también coincidieron al ratificar que la recuperación de la economía y el combate a la inflación serán "prioridades" en el segundo mandato de la presidenta.
"Habrá un combate implacable para mantener la inflación bajo control" y también para continuar con la generación de empleos y la valorización de los salarios, declaró en esa línea, Rui Falcao, presidente del Partido de los Trabajadores (PT) y coordinador de la campaña que llevó a la reelección de la mandataria.
En ese marco, el presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea), Luiz Moan Yabiku Junior, elogió parte del discurso de la presidenta que prevé estímulos para la economía.
"Hay una visión muy clara, inclusive de nuestra entidad, de que Brasil es un país que depende mucho de su mercado interno. La riqueza de Brasil proviene del mercado interno. Entonces, todo estímulo al mercado interno es muy bienvenido", dijo Moan, consultado por la agencia Brasil247.
Fuentes de prensa del Planalto informaron que Rousseff viajará esta semana hacia el estado de Bahía, donde descansará en una playa privada hasta la semana próxima, cuando retomará sus actividades oficiales.
No obstante, en medio del descanso, seguirá con las consultas para la futura formación de su próximo gabinete y para decidir quién sucederá a Mantega en el Ministerio de Hacienda.
Rousseff ganó la segunda vuelta de este domingo con un 51,64 % de los votos frente al socialdemócrata Neves, que fue respaldado por un 48,36 %.
Los resultados dejaron a la mandataria con desafíos frente a una fortalecida oposición de cara al próximo período presidencial que comenzará el 1 de enero de 2015, y significará el cuarto mandato consecutivo del Partido de los Trabajadores en el poder, iniciados en 2003 con el primero de los dos periodos del presidente Luiz Inacio Lula Da Silva.
Fuente: Télam