"Cumpliremos el último capí­tulo de las operaciones (militares) en la provincia de Saladino, de acuerdo al plan preparado para limpiarla (de los yihadistas)"
Desde entonces, el EI vino resistiendo el asalto de las fuerzas de Irak y la coalición internacional que apoya al gobierno de Bagdad, que tuvo un avance lento y arduo la semana pasada en Tikrit, la capital provincial de Saladino.
La coalición, encabezada por Estados Unidos, incluye fuerzas auxiliares de diversos países y, según los medios y Teherán, aunque Washington lo niega, combate junto a 20.000 milicianos chiitas asesorados, entrenados y liderados por fuerzas especiales de Irán al mando del general y héroe iraní Qasem Suleimani.
"Cumpliremos el último capí­tulo de las operaciones (militares) en la provincia de Saladino, de acuerdo al plan preparado para limpiarla (de los yihadistas)", subrayó Al Abadi en un discurso a la nación difundido por la agencia de noticias EFE.
El jefe del Gobierno y comandante supremo de las Fuerzas Armadas destacó que la victoria se logrará gracias al ejército, la policí­a, los milicianos voluntarios chiítas y los habitantes de Saladino, en alusión a los clanes sunnitas locales.
Al Abadi explicó que también cuentan con la ayuda de "paí­ses amigos y de la coalición internacional", que ofrecen respaldo aéreo, armas e instrucción militar a las tropas iraquí­es.
El vocero adjunto del Pentágono, el coronel Steve Warren, anunció ayer que "el gobierno de Irak requirió el apoyo de la coalición (internacional, encabezada por Washington) en Tikrit y las operaciones están en marcha".
El diario The Washington Post, en cambio, publicó que los bombardeos aéreos ya comenzaron hoy sobre Tikrit y sus alrededores, una región entre Kirkuk y Bagdad, dominada hace meses por el extremista EI.
La toma de Tikrit, situada en el corazón del Irak sunnita­, es clave para avanzar hacia Mosul, la segunda ciudad del paí­s y -desde junio pasado- en manos de los yihadistas.
Al Abadi señaló que el EI "no tiene lugar en Irak", por lo que sus combatientes serán "derrotados en Saladino, y luego en la provincia de Al Anbar (oeste) y en la ciudad septentrional de Mosul".
"Perseguiremos a los cabecillas del EI por los crí­menes que han perpetrado, la esclavitud de mujeres, el genocidio, el desplazamiento forzoso de civiles, y la destrucción de lugares de culto, museos y zonas arqueológicas", amenazó.
El EI proclamó a fines de junio pasado un califato en las zonas de Siria e Irak bajo su control.
La coalición internacional se organizó a pedido de la Casa Blanca en agosto pasado, tras la ejecución de varios estadounidenses a manos del EI.
Fuente: Télam