De acuerdo con el teniente coronel Flávio Marcos Valério, uno de los presos murió quemado, mientras los otros fueron asesinados con objetos cortantes.
La Secretaría de Estado de Defensa Social (Seds) precisó en un comunicado que los presos fueron asesinados por sus propios colegas de celda.
Los reos amotinados causaron destrozos en los pabellones e incendiaron objetos, pero las autoridades no precisaron la forma en que se fugaron otros 14 presos tras el motín.
Las cárceles brasileñas fueron cuestionados en los últimos años por organismos de derechos humanos debido a problemas de hacinamiento, insalubridad y a los motines, que son frecuentes de las penitenciarias de Brasil, país que tiene la cuarta mayor población carcelaria del mundo.
Las 1.424 cárceles de Brasil tienen capacidad para 376.669 personas y albergan a 607.730 presos, según un informe divulgado el pasado junio por el Ministerio de Justicia.
El jefe de esa cartera, José Eduardo Cardozo, llegó a calificar al régimen penitenciario como "medieval" y "verdadera escuela del crimen".
Fuente: Télam