El domingo, el Kremlin había responsabilizado a Ucrania por un proyectil que cayó sobre suelo ruso y mató a un hombre en el patio de su casa.
"Ucrania, como nunca antes, está al borde de un agresión a gran escala desde nuestra frontera norte" con Rusia, advirtió a la televisión local el subsecretario del Consejo de Seguridad y Defensa, Mykhaylo Koval, luego que la Presidencia informara que tiene "evidencia" de la presunta responsabilidad de Moscú.
En medio de esta escalada verbal, el presidente ucraniano aceptó hoy, durante una conversación telefónica con la canciller alemana, Angela Merkel, iniciar un diálogo indirecto con las autoridades separatistas pro rusas del este del país.
La oficina del presidente informó que Poroshenko aceptó coordinar "conversaciones vía videoconferencia Skype", pero no dio mucho más detalles, informó la agencia de noticias Europa Press.
El mes pasado, Kiev había aceptado abrir una mesa de diálogo con representantes de los gobiernos separatistas de Donetsk y Lugansk para intentar extender una tregua que rigió diez días pero fue violada repetidamente.
El ex presidente Leonid Kuchma, el enviado de Kiev, no tuvo éxito y esa instancia de diálogo se disolvió.
Consultado por periodistas, el vocero de la Cancillería ucraniana, Vasyl Zvarych, se mostró confiado que el nuevo diálogo vía Skype podría abrirse hoy mismo, antes que los líderes de la Unión Europea (UE) se reúnan mañana miércoles en una cumbre del bloque en Bruselas.
Kiev espera que la UE apruebe nuevas sanciones contra Rusia en esa cumbre.
La tensión y los cruces de acusaciones entre Kiev y Moscú crecieron tanto en los últimos días que el presidente ruso, Vladimir Putin, invitó a diplomáticos occidentales a visitar la frontera con Ucrania para ser testigos de la precaria situación que se vive allí.
El grupo, que viajó hoy a la zona fronteriza, incluyó a diez agregados militares occidentales acreditados en Moscú y un representante diplomático chino, según informó la agencia de noticias EFE.
Sin embargo, hoy el epicentro de los ataques y los combates no estuvo sobre la frontera como en los últimos días, sino en el corazón de Donetsk y Lugansk, las dos provincias que hace tres meses y medio fueron tomadas por milicias separatistas pro rusas y declaradas repúblicas independientes de Kiev.
El mayor ataque aéreo de la jornada sacudió el pueblo de Snizhne, en Donetsk, muy cerca de la frontera con la vecina Lugansk.
Funcionarios del ministro de Salud de Donetsk informaron que al menos 11 personas murieron cuando varios misiles golpearon un edificio. Los rescatistas dijeron a la prensa haber sacado de la enorme pila de escombros a un niño con ambas piernas rotas.
El gobierno ucraniano rechazó haber lanzado un ataque contra esa parte residencial del pueblo controlado por los separatistas y aseguró que se trata de una campaña de desprestigio contra el Ejército, aunque no acusó a nadie en particular.
Sin embargo, testigos y familiares de las víctimas aseguraron a la prensa que fue un avión del Ejército el que los atacó.
El Consejo de Seguridad Nacional en Kiev informó hoy que tras casi tres meses, la ofensiva militar contra los separatistas ya dejó 258 soldados muertos y casi 1.000 heridos.
La cifra de víctimas civiles no está tan clara. Hace un mes, un informe de la ONU estimó que 257 hombres, mujeres y niños han muerto.
Fuente: Télam