La protesta indígena que se inició el 15 de agosto en Trinidad, y que recorrió a pie unos 273 kilómetros en 42 días, fue disuelta el domingo 2 de septiembre por policías en inmediaciones del pueblo de Yucumo, a 327 kilómetros al noreste de La Paz, en el ingreso a la Amazonia boliviana.
Unos 2 mil indígenas fueron sorprendidos cuando descansaban en la hacienda San Lorenzo por los policías, que "utilizaron gases lacrimógenos y violencia física para detener a los indígenas", reportó Erbol.
Los principales líderes de la protesta indígena lograron huir a la selva amazónica e hicieron declaraciones a varias estaciones de radio y televisión, como es el caso de Rafael Quispe y Adolfo Chávez, y del ex viceministro de Tierras, Alejandro Almaraz.
La red de televisión PAT difundió imágenes donde varios policías mientras esposaban, cubrían el rostro con cinta adhesiva y golpeaban en la cabeza a Fernando Vargas, presidente de la subcentral del Tipnis (Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure).
El diario El Deber de Santa Cruz publicó una foto de Gabriel Tórrez, dirigente de la Central de Pueblos Indígenas de La Paz, con el rostro ensangrentado y heridas en la cabeza, antes de ser llevado al hospital de San Borja.
"Hemos tenido que realizar la primera intervención (policial) en la marcha indígena con el respectivo requerimiento fiscal", informó el general Oscar Muñoz, quien comandó el operativo en la hacienda San Lorenzo. Agregó que "los indígenas habían respondido con flechas y piedras. Tenemos unos 15 policías heridos".
El Defensor del Pueblo, Rolando Villena, censuró la intervención policial. "Hubo un uso excesivo de la fuerza y se vulneró el derecho a la libre asociación, a la libre libertad de pensamiento y de tránsito", dijo.
La representante de Naciones Unidas en Bolivia, la japonesa Yoriko Yasukawa, pidió al Gobierno de Evo Morales que pare la violencia en la región amazónica. El Gobierno aún no presentó un reporte oficial sobre los sucesos del domingo en Yucumo ni el destino de los indígenas detenidos por los policías. "La policía afirma que el detonante para intervención (contra los indígenas) fue el peligro por integridad física de los uniformados", informó la estatal agencia de noticias ABI.
Fuente: América.infobae.com