El purpurado calificó su viaje de "misión al límite extremo de la esperanza", en una entrevista al diario La Repubblica.
"Voy a Irak como mensajero del Papa", dijo el cardenal, que se reunirá en Bagdad con el presidente Saddam Hussein para entregarle un mensaje de Juan Pablo II, cuyo objetivo es "apoyar todos los esfuerzos para proteger la paz". (Télam)