Livni y su partido, Hatnuá, se presentará junto al antiguo laborismo israelí en los comicios del 17 de marzo. El ministro de Defensa, Moshe Yaalón, la acusa de promover junto al laborista Itzjak Herzog políticas que convertirán a Cisjordania en un bastión de Hamas ("Hamastán", dijo), según el diario Haaretz.
En una entrevista a la radio de las Fuerzas Armadas, Livni reconoció que había hablado el tema con Kerry, y especificó que no era cierto que hubiese solicitado un retraso de la resolución hasta después de las elecciones, como afirma la derecha más extrema.
"No le pedí que la votación se retrase (hasta después de las elecciones) sino que la torpedee definitivamente", retrucó la ex ministra, según la agencia de noticias EFE.
Para Livni, es mala política intentar imponerle soluciones a Israel. "Cualquier solución impuesta a Israel es mala", dijo, y agregó que si se aprobase el proyecto de resolución sumaría votos a Neftalí Bennet.
Como demostraron las últimas elecciones, Bennet logró vincular los intereses de los colonizadores ilegales de Cisjordania con la clase media y alta de las ciudades del territorio israelí y estuvo a punto de birlarle el segundo puesto a Lapid.
Histórica líder de la derecha israelí, Livni fue virando hacia una posición menos virulenta ya desde los tiempos de auge neoliberal, cuando se opuso con éxito a la privatización de la empresa nacional de aguas de Israel, Mekorot, argumentando que "no se vende a la propia madre".
Posteriormente se convirtió en la única integrante de peso en la derecha israelí que, según el respetado periodista progresista Gideon Levy, proponía llegar a acuerdos mutuamente satisfactorios con los palestinos para alcanzar la paz en el sangriento conflicto que mantiene con ellos Israel desde hace más de 60 años.
La resolución, presentada a la ONU hace unos días, pide el final de la ocupación y la retirada de Israel a las fronteras de 1967 en el plazo de tres años.
Pendiente de su votación, EE. UU. no ha decidido aún si ejercerá su derecho de veto o se inclinará por una resolución más suave que promueve el gobierno francés.
Fuente: Télam