La fuerte explosión causó destrozos en la fachada del consulado, que se encontraba cerrado al momento del ataque, y en otras viviendas de los alrededores, en el barrio cairota de Bulaq Abu Laela.
Los explosivos estaban colocados en un vehículo estacionado frente al consulado y fueron detonados a control remoto, indicó el Ministerio del Interior en un comunicado, en el que reseñó que todas las víctimas son civiles.
Por su parte, el portavoz del ministerio de Salud, Hosam Abdelgafar, explicó a la televisión oficial egipcia que los heridos fueron trasladados a cuatro hospitales de la zona con contusiones y quemaduras y que algunos quedaron en observación.
En tanto, el primer ministro italiano, Matteo Renzi, habló hoy por teléfono con el presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, y le ofreció "luchar juntos contra el terrorismo y el fanatismo".
En una nota de la presidencia del Consejo de ministros italiano, Renzi sostuvo que "Italia sabe que contra el terrorismo hay un desafío enorme que marca en profundidad la historia de nuestro tiempo" y aclaró que "no dejaremos a Egipto solo", informó la agencia de noticias EFE.
Por otro lado, el sacerdote Rafic Greiche, vocero de la Iglesia católica egipcia, consideró que el objetivo era atacar a Italia y a Occidente.
"El objetivo no era matar a muchas personas sino lanzar un mensaje a Occidente y a Italia: el terrorismo
está llegando", subrayó, citado por la agencia Asianews.
Horas después de la explosión, la rama egipcia del Estado Islámico, Wilayat Sina, reivindicó el atentado a través de paginas web islamistas, informó Site, un portal estadounidense que rastrea foros del islamismo extremo.
"Los soldados del Estado Islámico lograron detonar un coche bomba que estaba estacionado y llevaba 450 kilogramos de material explosivo frente al consulado italiano en el centro de El Cairo", explicó el EI en un breve comunicado.
El grupo extremista, con base en la península del Sinaí, aconsejó a los musulmanes "alejarse de todos estos objetivos de seguridad porque son los objetivos de los ataques de los muyahidines (guerreros santos)".
Los atentados se incrementaron en Egipto, principalmente contra las fuerzas de seguridad, desde el golpe militar del 3 de julio de 2013, que derrocó al entonces presidente islamista Mohamed Mursi, aunque se trata del primero contra una sede diplomática.
El pasado 29 de junio, el fiscal general Hisham Barakat perdió la vida en un atentado con coche bomba en El Cairo, y dos días después se registraron una serie de ataques contra puestos de control en la península del Sinaí que causaron decenas de muertos.
Fuente: Télam