El tribunal lo declaró culpable de "burlarse" del rey Abdullah y de criticar a las fuerzas de seguridad, tal y como informó la cadena
de televisión emiratí Al Arabiya.
Además de la condena de cárcel, le prohibieron viajar y publicar contenidos en las redes sociales durante un periodo de ocho años, según informa también la agencia de noticias Europa Press.
Arabia Saudita es una de las monarquías más cerradas que sobreviven en la actualidad y uno de los países en donde más se violan los derechos y garantías a través de la rígida teocracia que la gobierna desde 1932.
El país se rige por los principios islámicos más estrictos, con una rigurosa aplicación de la sahria o ley islámica, que recorta en modo casi absoluto los derechos, entre otros, de los homosexuales y de las mujeres, quienes tienen prohibido hasta manejar.
La libertad de expresión, como quedó reflejado en este fallo de ocho años de cárcel a quien utilizó redes sociales para cuestionar a la monarquía, también es inexistente.
Estados Unidos tiene en esta monarquía absolutista a su principal aliado en el Golfo Pérsico y a uno de los más importantes a nivel mundial, razón por la cual jamás cuestiona las violaciones a los derechos humanos y la falta de libertad política que padecen los sauditas.
Fuente: Télam
