Irfan Naseer, Irfan Khalid y Ashik Ali, de origen árabe y oriundos de la ciudad de Birmingham, quedaron vinculados con la organización Al Qaeda y se los señaló como responsables de planear ataques en lugares de mucha concurrencia de público.
Un tribunal de Woolwich, sudeste de la capital inglesa, determinó que en total son culpables de "12 cargos de terrorismo" cometidos entre diciembre de 2010 y septiembre del 2011, cuando fueron arrestados.
Según el fiscal Brial Altman, estos hombres eran "yihadistas" que operaban bajo la influencia de un imán cercano a Al Qaeda, Anwar al-Awlaki, muerto en un ataque desde un avión no tripulado en Yemen justo después de la detención de los tres imputados.
Para el funcionario judicial, "la policía frustró un plan para cometer uno o varios actos de terrorismo, con una escala potencialmente mayor a los atentados de julio del 2005 en Londres".
Los jueces concluyeron que Nasser, graduado en Química, y Khalid, recibieron entrenamiento de Al Qaeda en Pakistán y en el Reino Unido financiaron sus actividades recolectando dinero bajo la fachada de trabajar para organizaciones de caridad.
Allí reclutaron a Ali y juntos alquilaron un edificio donde experimentaron la creación de bombas con nitrato de amonio, un producto altamente explosivo.
Según la justicia, Nasser también entrenó a otros seis hombres, de origen paquistaní o bengalí, todos ya hallados culpables "de preparar actos terroristas".
El juez Richard Henriques dijo que hay "abrumadoras pruebas" para condenarlos y que podrían recibir prisión perpetua en la sentencia que se dará a conocer entre abril y mayo próximos.
"Estaban tratando de reclutar a un equipo de entre seis y ocho atacantes suicidas para llevar a cabo una campaña de bombardeos, en línea con lo que ocurrió el 7 de julio", comentó el magistrado.
Fuente: Télam