Una vez que entendieron que el niño -Majed Rabah- no podía realizar esa labor, los condenados lo aparataron y dispararon a los bultos sospechosos, lo que puso en peligro -de acuerdo al fallo- a todos los presentes, incluyendo el muchacho.
El hecho se produjo en el barrio de Tel Al-Hawa, en el sur de la ciudad de Gaza, en enero de 2009, poco antes de que finalizara la ofensiva israelí en Gaza.
La sentencia del tribunal, hecha pública hoy, sostiene que "los deberes operacionales no garantizan la inmunidad", aunque los jueces destacan que no se puede "ignorar las difíciles condiciones en las que operan los combatientes enviados por el Estado de Israel".
Los uniformados se mostraron aliviados después de conocer la decisión, pues la fiscalía pedía prisión de cumplimiento efectivo, según informó la agencia de noticias DPA.
Su abogado, Ilan Katz, manifestó su satisfacción por la sentencia tras agregar que "la única conclusión que sacamos es que podíamos haber alcanzado un acuerdo que excluyera los cargos criminales sin haber sometido a los militares a este calvario".
En Gaza, en tanto, la madre del niño, Afaf Rabah, consideró la sentencia de indulgente y pidió que fueran encarcelados "uno o dos años" por lo menos.
"Si se hubiese expuesto a un niño israelí a lo mismo, el mundo entero se habría vuelto contra nosotros. Pero si es un niño palestino, no pasa nada", dijo Afaf.
La ofensiva israelí contra la Franja de Gaza entre diciembre de 2008 y enero de 2009 dejó unos 1.400 palestinos muertos y miles de heridos. (Telam)