La recién nacida, llamada Alicia, fue fruto de una inseminación artificial y nació en la Maternidad Sinha Junqueira de Ribeirao Preto, ciudad en el interior del estado brasileño de Sao Paulo.
Así, Eunice Guerra, de 60 años, dio a luz a la hija biológica de su hija, Talita Andrade, de 32 años. La abuela decidió ofrecerse como "madre de alquiler" debido a que Talita, por una cirugía en la que le retiraron el útero, no podía ser madre.
El embrión fue concebido en laboratorio a partir de un óvulo de la hija y del semen del yerno e implantado en el útero de la "madre de alquiler".
Alicia nació tras un tratamiento de dos años en el que Guerra llegó a ser sometida a tres intentos de implantación del embrión en su útero. El primer intento no tuvo éxito y en el segundo fueron gestados dos gemelos, que no resistieron.
La bebé nació con una anticipación de 15 días, tras 36 semanas de embarazo, por una petición de la parturienta, que marcó la cesárea para evitar los complicaciones de un parto de riesgo.
Los padres biológicos, que viven en Italia, asistieron las primeras 33 semanas de embarazo mediante internet y llegaron a Brasil hace un mes para esperar el nacimiento de la niña.
"Hasta hora no lo creo. En mi país no había escuchado de nada parecido", dijo Guido Damiano, padre de la beba,
"Tan solo una madre se sacrifica así por uno. Ella me dio la vida dos veces", aseguró la madre biológica.
Fuente: Minuto Uno