Vista con gran angular, la manifestación exteriorizaba su sentido en las consignas, las banderas, las camisas rojas, las remeras con inscripciones e imágenes de Chávez y los altavoces que alternaban entrevistas, música e indicaciones para que pudieran reencontrarse familiares o integrantes de grupos y organizaciones separados involuntariamente dentro del laberinto humano.
Ese mismo sentido, pero matizado y singular se manifestaba también en breves entrevistas aleatorias realizadas en el lugar por Télam.
Fue el caso de Alicia, de Carabobo: "Vine a ver a mi comandante. Estoy aquí (en la cola) desde las dos de la tarde de ayer", explicó a esta agencia pasado el mediodía y, consultada sobre la obra gubernamental, señaló en primer lugar las misiones sociales.
"Yo me gradué de enfermera en la misión Rivas, gracias a Hugo Chávez. El sigue aquí, en el corazón de todos nosotros, en el corazón del pueblo. Y ahora vamos a apoyar a Nicolás Maduro, como él lo dijo", agregó con la aprobación de quienes la rodeaban en la fila.
Entre ellos, el caraqueño Julio, que trabaja en estadísticas de salud, afirmó que en esa materia "cambió todo, desde las misiones (que llevaron la atención de la salud a los barrios) hasta el acceso a los medicamentos".
Pese a la magnitud de la movilización, era difícil advertir fuertes estructuras organizadas y parecían prevalecer los grupos de vecinos provenientes de un mismo barrio, sea de la capital venezolana o de otros estados, o compañeros de trabajo y otros colectivos.
Una excepción era el numeroso y estentóreo grupo de integrantes del Frente Francisco de Miranda, organización fundadora de las misiones sociales surgida en 2004 a partir de cursos recibidos en Cuba en 2004 por jóvenes venezolanos.
"Surgimos con la tarea de llevar las misiones a los barrios, a rescatar al desamparado", explicó Derlis. "Somos parte del ejército social de Chávez y sólo nos queda seguir su enseñanza: siempre, cuando tengas dudas, equivócate para el pueblo, equivócate para la izquierda", expresó.
Buena parte de los consultados respondieron a esta agencia con palabras que parecían sumar oración y juramento, como las alusiones al "legado de Chávez" y la certeza en "la continuidad de la revolución", acompañados de argumentación y razones propias.
"Hemos tenido tan buena suerte y tan mala suerte. Suerte, porque el Presidente nos abrió las ideas, los conocimientos; mala, porque ya no lo tenemos en físico, pero lo tenemos espiritualmente", dijo Alan, de la barriada de Catia, uno de los bastiones populares chavistas en los cerros de la capital del país.
El seguramente mayor de los entrevistados, el ex guerrillero Nelson, profesor universitario jubilado, acudió a la movilización con uniforme de la Milicia bolivariana pero desarmado.
Fuente: Télam