Los establecimientos educativos de los Estados Unidos monopolizaron el ranking con 72 lugares. También mostraron interesantes ubicaciones los ingleses, con un total de 29 puestos. Alemania logró 14, mientras Holanda unos 10 y China, seis.
El puntaje de las instituciones se determina a partir de cinco indicadores fundamentales, que se encuentran, a su vez, compuestos por otros elementos de análisis. El mayor peso en el resultado final lo tienen las citas que reciben los trabajos de las universidades, lo que refleja la influencia de aquella casa de estudios. Representa un 32,5% del número final.
La cantidad de investigaciones, sus ingresos y reputación son fundamentales para la calificación de la universidad y significan un 30% de la nota. Con igual importancia se ubica la calidad de la enseñanza, medida a partir de encuestas de prestigio y también de acuerdo con la cantidad de estudiantes por cada profesor, y la cantidad de estudiantes de doctorado.
Completan el cuadro dos categorías menores que también son tenidas en cuenta. Por un lado, la capacidad de la institución de atraer estudiantes de todo el mundo, que se traduce en un 5% del indicador final. El restante 2,5% corresponde a la habilidad para transferir el conocimiento generado a la industria.
Las universidades de habla hispana no fueron favorecidas por los indicadores elegidos. De hecho, sólo dos universidades españolas, la de Barcelona y la de Pompeu Fabra, aparecen en la lista en los puestos 142 y 155, respectivamente. América Latina, por su parte, quedó totalmente excluida.
Las categorías que evalúan la reputación se basaron en una encuesta realizada a 13.388 académicos de 131 países. El peso de esas opiniones sobre el resultado final es fundamental, ya que influenciaron directamente en dos de los principales indicadores (educación e investigación). Llegaron a representar un 34,5% del total del puntaje. (Infobae)