Las marchas, una a favor y otra en contra de la ley, programadas para que no tuvieran punto de contacto se llevaron a cabo en Caracas bajo estrictas medidas de seguridad y el despliegue de unos 2.500 policías.
Ayer, el ministro del Interior, Tareck el Aissami, precisó que los oficialistas podrían movilizarse hasta a una manzana del Congreso, mientras los opositores tenían que limitarse a varias cuadras de distancia de la sede legislativa donde aspiraban a llegar, lo que generó disturbios con la policía, cuando los manifestantes en contra de la ley pretendieron sobrepasar las vallas que delimitaban su espacio.
La nueva legislación tiene interpretaciones distintas entres sus defensores y detractores, aunque ambos señalan que busca impulsar una educación acorde a los lineamientos socialistas del gobierno.
Fuente: Télam
