Tanto la capilla ardiente como la amplia zona en la que se forma la fila de quienes aspiran a ver por última vez los restos de Chávez son escenario de tristeza y dolor, pero también de orgullosas manifestaciones de lealtad y fidelidad al presidente fallecido.
La música que suena -cada tanto en la capilla, todo el tiempo afuera- no es sacra, sino la alegre y vigorosa llanera, en muchos casos con letras adaptadas a las consignas de las últimas campañas electorales o de homenaje a Chávez.
El presidente interino, Nicolás Maduro, visitó esta madrugada por enésima vez la capilla ardiente, esta vez acompañado por su esposa, la procuradora general de la República, Cilia Flores; el vicepresidente ejecutivo, Jorge Arreaza, y la exsenadora colombiana Piedad Córdoba.
Fuente: Télam