Della Rosa, que viajó durante 30 horas en Japón para dar con su mujer y sus hijos que estaban en un refugio, mantuvo un breve diálogo con Sato y sus hijos a través de la computadora y con su hija, a quienes pudo ver por la web-cam, cuando arribaron al aeropuerto de Ezeiza.
El hombre, según contó durante una entrevista a C5N, se quedará en Japón, mientras su mujer e hijos permanecerán los próximos dos o tres meses junto a familiares en Reconquista, Santa Fe; y Rosario, de donde es oriunda Sato.
"Nuestra meta es usar a ese lejano país como trampolín para desarrollar a los chicos a nivel cultural", dijo el argentino desde Tokio, para explicar que en poco tiempo se reunirán todos otra vez para continuar con los planes.
Della Rosa contó que cuando logren llegar a es meta, retornarán todos a la Argentina para quedarse.
Entonces -anticipó- "Alejandra, que es dentista, va a poner un consultorio y probablemente trabaje para alguna institución".
En tanto, dijo que su actividad favorita "es el comercio" y explicó que incluso podría poner un supermercado, porque "ser vendedor es lo que mejor me hace sentir".
El hombre relató que "antes de volverse se fueron a despedir de la escuela de los chicos, donde se habían adaptado perfectamente desde hace unos meses, cuando se mudaron a la ciudad donde vivían".
La familia voló de Tokio a Sidney y de allí a Argentina, donde arribó hoy, después de la incertidumbre que comenzaron a vivir el 11 de marzo cuando se desató el sismo.
Della Rosa dijo que lamenta el tiempo que deberá estar separado de su familia pero que tienen pensado que la familia regrese a Japón.(Telam)