De acuerdo con la opinión del médico dermatólogo Hugo Spillman, "estas personas sufren de manera silenciosa día a día, ya que evitan el contacto social o dar la mano para no mojar al otro".
Un estudio Alémán asegura que "el 73% de las personas que la sufren se sienten emocionalmente perjudicados y socialmente afectados".
Esta patología poco reconocida y en muchos casos ocultada por vergüenza se caracteriza por la excesiva sudoración en cualquier parte del cuerpo, aunque en el 60 por ciento de los casos afecta a la zona de las axilas.
"Un 67,5 por ciento de las personas manifestó sentirse obstaculizado al conocer a personas por primera vez, un 55,1 por ciento limitado para desarrollar relaciones con otras personas y alrededor del 50 por ciento se siente incómodo al dar la mano y estar en lugares públicos", según datos del estudio anteriormente mencionado.
Con respecto a los diagnósticos se aconseja recurrir a un dermatólogo para que sea un especialista quien indique cuál es el tratamiento adecuado y no caer en casos de subdiagnósticos que suelen ser erróneos.
Entre los consejos que dan los especialistas, además de visitar a un dermatólogo, están los de usar indumentaria liviana, preferentemente de algodón e intercalar los zapatos para dejarlos reposar, así el cuero se seca y no toma mal olor.
{adr}Uno de los tratamientos disponibles pasa por la utilización de antialérgicos, que son comprimidos orales que disminuyen la sudoración, pero que no resuelven el problema y por eso está prácticamente en desuso.
Los desodorantes y antitranspirantes son otra opción para atenuar el olor a transpiración, pero con hiperhidrosis severa resulta insuficiente, mientras que las sales de aluminio es otro recurso que se aplica a través de un solución líquida sobre el área dos a tres veces por semana y puede ser efectivo, aunque también suele ocasionar irritaciones o dermatitis en la piel tratada.
En tanto, la aplicación de Botox constituye una novedad para el tratamiento de la hiperhidrosis y su utilización cuenta con la aprobación de organismos regulatorios como la FDA, en los Estados Unidos y por ANMAT, en la Argentina.
La administración de la toxina botulínica se realiza por medio de inyecciones en la zona a tratar, no se requiere del uso de anestesia, el procedimiento suele realizarse dos veces al año y los resultados son altamente efectivos.
Por último, la cirugía es otra alternativa para tratar la hiperhidrosis en las palmas y las axilas mediante una intervención quirúrgica que consiste en una ablación selectiva de los ganglios simpáticos paravertebrales a nivel cervical, tratamiento que requiere de anestesia general, y su efecto suele ser definitivo.
Fuente/ 26noticias.com.ar
HIPERHIDROSIS
Por: [email protected] el 13-05-2011 a las 12:00