Como no pudo lograr su propósito, el imputado le aplicó un golpe en la boca, y con un elemento corto punzante hirió de muerte a la víctima en el pecho, lo cual posteriormente le causó la muerte.
Por su parte el abogado de la querella, Luciano Rojas, presentó un escrito para pedir que se postergue la recepción de los testigos convocados para este viernes.
El tribunal hizo lugar y el juicio se reanudará el próximo viernes 14 de noviembre, ya que el fiscal Gustavo Bergesio no estará en la provincia en los primeros días de la semana entrante.
Este viernes debían declarar Ivana Ubilla, madre de la joven asesinada, Cipriano Alfredo Sánchez, Luisa Elena Rial, Antonia Elizabeth Martorelli, Juan Pablo Flores Díaz y Norma Morales de Castillo.
A su vez los peritos José Alberto Cippitelli y Juan Carlos Machioli, presentaron las conclusiones del trabajo que realizaron sobre los teléfonos celulares.
Los expertos concluyeron que no se puede determinar el lugar desde el cual se utilizó el teléfono del acusado el día del crimen, y lo atribuyeron a falencias en la instrucción.
Según sostienen, el aparato del acusado fue captado por la celda CT 205, pero su posición exacta no pudo ser establecida, ya que no se realizó una triangulación de las llamadas.
Además consideraron que la falta de preservación de los teléfonos y los chips, también atentaron contra el desarrollo de la pericia.
De todos modos, los peritos indicaron que existe una posibilidad de ampliar la pericia haciendo un reseteo de los aparatos, pero advirtieron que ello podría hacerles perder o alterar alguna información sobre el contenido de los teléfonos.