Entre los objetos que trasladó la corbeta hay un asiento azul, pedazos del fuselaje del avión, máscaras de oxígeno y prendas de vestir de algunas de las 228 víctimas de la tragedia.
Los restos revelan que ninguna de las piezas encontradas muestran vestigio de haberse quemado, precisaron medios de comunicación brasileños, según consigna la agencia de noticias DPA.
El material recogido fue inventariado y entregado al Escritorio de Investigación y Análisis sobre Aviación Civil Francesa (BEA).
Representantes de la entidad francesa, del Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia y del Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos presenciaron el desembarco de los objetos.
Se trata del segundo mayor lote de restos de la aeronave que volaba desde Río de Janeiro a París, desembarcado en el puerto de la ciudad brasileña nororiental de Recife.
El pasado 12 de junio, un barco arribó a ese puerto con la mayor pieza del avión rescatada hasta el momento, el estabilizador vertical, donde se localiza el timón de dirección de la aeronave.
Todos los restos que llegan a la capital provincial de Pernambuco son ubicados en un hangar alquilado al Aeroclub de Recife, bajo la custodia de la BEA que tiene a su cargo, además, investigar las causas de la tragedia.