Después la reunión familiar donde se brinda con ponche por los juanes y juanas que son muchísimos, ( y se les olvida la quema de los pecados)...
Esa noche, se duerme poco, o no se duerme porque a las 10 de la mañana hay que ir a la “Misa Mayor”, olorosa de incienso y animada por un conjunto musical (que es el mismo que actúa en los festivales).
Sigue el desfile, donde tanto los niños y jóvenes escolares cuanto los jinetes, lucen orgullosos los inigualables ponchos londrinos. También se preparan carrozas alegóricas y ferias de las producciones agrícolas y artesanales.
Las comidas típicas: mote, gigote, empanadas, quesos, pan casero y tortillas, alternan con los vinos pateros de Tinogasta y Pomán y con el “Ponche” y el “Jacaranda”, preparados por las habilidosas manos de las mujeres del pueblo, que también traen a la Feria nueces confitadas, tortas de turrón, rosquetes y muchas otras confituras de exquisita factura, junto a las maravillosas telas ( ponchos, ruanas, mantas, chalinas, puyos) que también ofrecen las gentes que “