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Viernes 29 de Marzo de 2024
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SANTIAGO DEL ESTERO

Peregrinos marchan al encuentro con Mailín cargados con dolores y una inquebrantable fe

Durante toda la jornada de ayer salieron peregrinos a la ruta para participar de la fiesta grande que se celebrará el domingo.
(DIARIOC, 08/05/2013) El sacrificio es tremendo. Los esperan 160 kilómetros que se hacen interminables cuando los calambres, las ampollas y el cansancio comienzan a aparecer. Pero los dolores desaparecen cuando cada uno de los peregrinos piensa en el motivo de su ofrenda al Señor de los Milagros de Mailín.

Y en el camino se escuchan testimonios de todo tipo. Todos aseguran que su gran fe les hizo cumplir algún anhelo largamente acariciado, o hará que se cumpla lo que van a pedirle al Milagroso con tanta devoción y ofrendando su dolor.

Pepe Pallares (52), pintor de autos del barrio 8 de Abril, y José Cáceres (28), empleado municipal, del barrio Campo Contreras, salieron ayer en bicicleta como apoyo de “Pelu” López, empleado del Concejo Deliberante de la ciudad Capital, con quien planearon encontrarse en Beltrán.

“Yo voy caminando habitualmente desde hace mucho. Es la primera vez que vengo en bicicleta. Le estamos haciendo el apoyo a mi sobrino ‘Pelu’, que es la primera vez que camina a Mailín para agradecer el milagro de que su esposa Gaby se embarazara y tuviera a una beba hermosa, que ya tiene seis meses. Un primer bebé les nació muerto, por eso era muy importante tener otro hijo y gracias a su tremenda fe en el Señor de los Milagros lo consiguieron”, relató Pallares.

Silvio Iñíguez (18 años) y Cristian Aranda (24), ambos del barrio 8 de Abril, caminaban temprano en la mañana de ayer por la ruta 51 con la meta de alcanzar en Fernández a sus compañeros del grupo de servidores Jesi Ángeles Peregrinos de Mailín, que habían partido varias horas antes.

Marcos Chávez (18 años), Hugo Silva (21), y María Mónica Ledesma (60), también tienen su historia. “Caminamos para agradecer los favores recibidos y para pedir por nuestras familias, por el trabajo y la salud”, dijo Marcos, y María agregó: “Venimos a pedir por el fin de la violencia que afecta a nuestra sociedad, por los jóvenes, por los niños, por las mamás” y a título más personal, señaló: “También pido fortaleza al Señor, porque mi hijo Marcos murió en un accidente de moto hace unos años volviendo a casa y le pido a Dios que me dé consuelo y fuerza para poder sostener al resto de la familia que quedó muy golpeada”.

Fuente: elliberal.com.ar

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