Primeramente le consultamos a Carlos acerca del tiempo que hace que concurre a la Fiesta del poncho a lo que dijo: “y bueno acá en la Fiesta del Poncho ya hace 14 años que estamos presentes tal vez un poquito más”, expresaba el tejedor de Santa María y continuaba diciendo: “Es una fiesta muy buena y muy positiva”.
En cuanto al trabajo que realiza, Marcial comentó: “El trabajo que yo hago es el de telar rustico, yo hago pullos, ponchos, ruanas entre otras cosas”.
“El pullo en lana de oveja, después estoy trabajando en lana de llama lo que son los ponchos”, decía el tejedor de los “valles calchaquíes” y continuaba: “Algunas prendas están teñidas con anilina, y otras prendas son teñidas con yerbas naturales, con yuyos, con el nogal, con cebolla, con la yerba mate”, comentaba Carlos acerca de las técnicas que utiliza habitualmente para poder teñir su prendas de muy buena confección y terminado.
Sobre de donde viene el oficio que abrazo desde muy chico, Carlos nos comentaba: “El oficio viene de raíz, desde que yo tengo uso de razón siempre estaba al lado de mi mamá, de mi abuela a veces haciéndolas renegar y otras ayudándolas”.
En cuanto a esta curiosa modalidad que acunó desde muy chico y que es poco común entre los hombres, Carlos nos dijo. “No sabría decirle, nosotros somos ocho hermanos en mi familia y por ejemplo yo soy el único que tejo en telar el único que se dedicó a las artesanías”, comentaba Marcial y continuaba diciendo. “Bueno mi mama sabia tejer y después me ocupe yo, después me intereso el hacer tapices, y de ahí seguí la carrera de telar”.
De las expectativas que tiene para esta edición de la Fiesta de todos los catamarqueños, Marcial manifestó: “va a ser positivo, la gente aprecia preguntan, me ven con la aguja y me preguntan si soy yo el que hace todo esto y se sorprenden que yo como hombre que me ponga a hacer esto porque es raro”.
“Yo les digo que en el norte son muchos los que trabajan con el telar, es más conozco gente que hilan que andan con el uso; yo también hilo y también tiño”, comentaba Carlos Marcial acerca de todo lo que hace para poder seguir con este oficio casi destinado para las mujeres y que el realiza con mucho amor y sacrificio.
“Yo todo el trabajo lo hago en casa, ahí tengo un tallercito y ahí trabajo”, comentó el tejedor santamariano casi al terminar la entrevista.
Ademas Carlos nos comentó que para hacer un poncho de oveja, el tiempo que demanda la prenda es de 60 días, casi dos meses que se reparte entre su trabajo en la Municipalidad de Santa María y el taller que tiene en su casa.