El consagrado artista satisfizo a sus miles de fanáticas que lo esperaron desde muy temprano ocupando bulliciosamente las butacas con mejor vista del escenario principal Jorge “Negro” Herrera.
Jorge Rojas se presentó acompañado por sus hermanos Lucio y Alfredo y un trío de bailarines que representó las canciones que el artista fue entregando con su admirable voz. En su repertorio incluyó varios de los temas de su último trabajo “Uno Mismo” y “Mi voz y mi sangre”, como “Uno Mismo”, “Para cantar he nacido”, “Sayera” y “A dónde va el amor”.
Ante un público que ovacionaba cada una de sus interpretaciones, el artista también ofreció pegadizas chacareras, carnavalitos y coplas enriquecidos por el timbre de su voz, y las zambas más tradicionales surgidas de la mano de los poetas y artistas más extraordinarios del noroeste argentino.
Después, y casi como obedeciendo el pedido de las mujeres que lo aclamaban desde la baranda del escenario, desplegó sus dotes de bailarín con su infaltable malambo. Y cerró la noche con los clásicos La Llave, No Saber de Ti, y con la participación de Emilio Morales en la interpretación de Para Los Ojos Más Bellos. Ovación y despedida.
Tierra adentro
La propuesta festivalera de la noche del lunes incluyó a una buena parte de artistas provenientes del interior provincial. De esta manera y con la sólida conducción de Jorge Álvarez y Claudio Veracruz más el aporte de Maia Sasovsky -la voz femenina de Cosquín- dejaron su propuesta sobre el escenario el tinogasteño Chango Arias, el belicho Ernesto Vega, Brisas del Chamamé (Ancasti), y la ascendente joven recreína Carla Romero, que cantó temas como Cueca del Desengaño, De Catamarca Vengo, Al Dejar Mis Montañas, y María La Panadera.
También aportaron lo suyo la Orquesta Criolla de Fray Mamerto Esquiú, y el reconocido Grupo andalgalence Chelemín, liderado por el poeta León Cecenarro, que interpretaron Andalgalá Punta de Lanza, Chelemín Mártir de América, Extinción Vicuña en Capillitas. A ellos, se sumaron las presentaciones de Negro Sosa Grupo, Freddy Romero que puso el clima festivalero sobre el escenario, y el belicho “Tono” Aybar que demostró por qué es uno de los referentes del folclore provincial a través de Catamarqueña de Mi Querer, Carnavales de Belén, y Quiero Volver Al Pago.
Los ballet El bagual, INTI Sumaj, El Gaucho (Los Altos) y el Atahualpa Yupanqui pusieron el color y la danza en una noche especial.
La cuarta noche se caracterizó por la particular presentación de Los Quebradeños, con Tomás Lipan, Las Hermanas Cari, y Fortunato Ramos. Una propuesta que defendió la idiosincrasia de la tierra ancestral a través de la tradicional fiesta que se vive en la Quebrada de Humahuaca cada año. A ello, se sumaron la Orquesta Típica Fernández Fierro, y el siempre convocante humor del tinogasteño Ale Áyame.
Fotos: Secretaría de Cultura / Ariel Pacheco y José Díaz