Saldos tristes y lamentables con las pérdidas de vidas humanas y cuantiosos daños materiales. Tratar de darle una explicación razonable sería como querer justificar lo inexplicable y más tratándose de lo que le está sucediendo al planeta. La mano del hombre sería una de las grandes responsables de este desastre.
Resulta incomprensible que este pueblo haya sido ocurrentemente planificado en el lecho de un río, visto desde el Google Eart, se ve claramente el desarrollo del río y el pueblo dentro de él. El hombre como de costumbre invadiendo regiones que la naturaleza no le aporta, destruyendo montañas en busca de las riquezas más íntimas de la Madre Tierra, gastando miles y miles de litros de agua que no se recuperan jamás, deforestando, cortando a más no poder árboles, etc, etc, faltas de respecto a las cuales se someta a la naturaleza misma.
Error que se da continuamente en muchos lugares, desviar los ríos y ocupar su terreno; más la deforestación desmedida que seguramente se habrá hecho en la zona, la fuerza demoledora de las aguas no tuvieron contención y llegaron con todas sus fuerzas.
No se tienen en cuanta los cauces naturales. A la larga o a la corta el río buscará su rumbo primigenio, eso es ley, si la naturaleza así lo dibujó, así hay que respetarlo y dejarlo, no somos quienes para desarrollar nuestras ideas en su reino.
Si nosotros le faltamos el respeto a la Madre Tierra, seguramente ella también no nos entenderá, y se sentirá agredida. Hoy debemos lamentar víctimas inocentes, de una decisión tomada vaya a saber cuándo y por quienes. Con las fuerzas de la Naturaleza solo nos queda estar atentos y aprender a leer sus mensajes subliminales que nos está enviando a cada momento y nosotros miramos para el otro costado.
Pedro Martínez
Conciencia Ambiental Tucumán