El accidente sobrevino cerca de las 13 a la altura de Yanda, Capital.
De acuerdo con testigos, desde el camino de La Vuelta de la Barranca ingresó a la ruta un remís Fiat Uno al mando de Fernando Banega, con residencia a pocos kilómetros del lugar.
Lo acompañaban su mujer, Romina Ríos, y el hijo de ambos, Mauricio Banega, de un año y diez meses.
A la vez, por ruta 9, sentido norte-sur, circulaba un Ford Fiesta dominio AYV-134 conducido por Emilio Martín Pajón.
También iban en el vehículo, Susana Noemí Lescano, Guido Eliseo Pajón y otros cuatro menores: Ledesma David, 5 años, Ledesma Kevin, 3 años, Ledesma Blas, 7 meses, y Pajón Leonel, de 8 meses.
Todos los testigos, en especial Marcos Díaz, son coincidentes: el Fiesta chocó al Fiat cuando éste ingresaba al carril derecho de la citada vía.
Se intuye que el Fiesta viajaba a más de 100 kilómetros por hora y que fue imposible frenar, al advertir al Fiat a pocos metros.
Vuelco
Tras el choque, el Fiat volcó y el Fiesta literalmente quedó incrustado.
Al instante, arribaron automovilistas y vecinos para auxiliar a las víctimas.
La desolación fue inmediata, al advertirse que habían muerto madre e hijo que viajaban en el remís.
A metros, la familia que iba en el Fiesta lloraba y pedía ayuda en especial para los cuatro niños heridos.
En menos de diez minutos, varias ambulancias partieron de los centros de salud y su tarea era respaldada por los policías que interrumpieron el tránsito, en avenida Belgrano.
Fue tal el shock colectivo, que el propio juez de turno, Miguel Moreno, trabajó con la policía.
Solicitó especial colaboración a los medios de comunicación, sugiriéndoles abstraerse de tomar fotografías de los cuerpos.
Así fue. Policías y bomberos rodearon los coches siniestrados y protegieron el escenario fatal.
Recién cerca de las 15.30, el cuerpo de Ríos fue rescatado del remís.
Tamaña tarea fue presenciada, también, por más de un centenar de personas congregadas a la vera de la ruta 9.
El accidente también provocó la paralización del tránsito.
Entre las 13 y casi las 16, numerosos vehículos debieron aguardar que finalizase el rescate de las víctimas y las pericias, a cargo de la División Criminalística.
Recién cuando el cometido llegó a su fin, Moreno autorizó que la policía liberase el tránsito.
Fuente: elliberal.com.ar