El tiroteo de Ferguson se produjo apenas horas después de que el jefe policial, Thomas Jackson, y otros dos altos cargos de la ciudad renunciaran por las críticas del Departamento de Justicia nacional por discriminación racial.
En agosto pasado un policía blanco mató en Ferguson a un joven negro, Michael Brown. Esto desencadenó una ola de protestas en contra de la brutalidad policial y, principalmente, en contra de la discriminación institucionalizada en esa ciudad del centro del país y en el resto del territorio nacional.
El policía blanco fue absuelto por un Gran Jurado de sus pares lo que desató una nueva ola de protestas en Ferguson y en el resto del país.
Esta semana, un informe del Departamento de Justicia le dio la razón a la familia de Brown y a las organizaciones de derechos humanos del país al criticar las prácticas tanto de la Policía como de las autoridades y la Justicia de Ferguson, y denunciar un funcionamiento racista.
Fuente: Télam