En un marco que no era el ideal, finalmente se limaron asperezas y el funcionario reconoció los reclamos a pesar de haber adelantado que aceptaría renuncias y que nadie es imprescindible.
Luego de ello se comprometió a analizar los casos y tendrá una respuesta para el lunes. Hasta tanto, las medidas programadas siguen su curso normal, con quite de colaboración, manteniendo las guardias mínimas y la protesta general en la tarde noche de hoy.
Más allá del eje central de la disputa, que es el aumento en los salarios de los trabajadores, los autoconvocados también reclaman un aumento del índice de cálculo salarial a 1,50 pesos, un adicional por antigüedad igual al 2 por ciento de la remuneración bruta (no mínima) de la categoría que revista el agente, la designación en planta permanente para el personal contratado y para el personal calificado que trabaja ad-honorem o con un plan Jefes y Jefas, el aumento por zona que alcance también al personal no profesional, la equiparación de la remuneración de la hora de guardia con la de la hora de planta, e implementación de un ajuste automático y el pago del recupero del gasto, que son los reclamos con que se inició la crisis en el sector.
Ahora la decisión está en manos de la parte oficial, esta brasa caliente está en manos del gobernador Brizuela del Moral que busca el próximo 11 de marzo la reelección.