No para de especular, quiere averiguar quiénes lo votaron y si alguien le hizo la espontánea. Dijo que confía en Carlitos pero tiene a dos personas que le caen mal, aseguró que si se queda en el juego va a armar un lío tremendo.
Lo que no tiene en cuenta es que hoy él está nominado y tiene que hacer lo posible para que la gente no lo saque del juego. El estilo simple y auténtico con el que se compró al público ahora no lo está ayudando. La postura de superioridad que adopta, en este momento, no le estaría ayudando a conseguir ese propósito.
Por otro lado tiene un Robertino que estaría perfilándose como el nuevo líder del juego, un participante tildado de “liviano” que repentinamente fue ganándose a la casa con su carácter simpático. La gente lo ve como un chico “simple” que más allá de los padres que tiene puede adaptarse a cualquier situación y lugar. El público no ve una diferencia entre Robertino y los otros participantes. Lo ven como “uno más” y eso es lo que está haciendo que la gente le “compre” el personaje.