Transcurrida las cinco primeras noches del Festival, o sea la mitad, se pudo apreciar varios aspectos positivos vinculados a la organización del mismo, tal como es el comportamiento del público en todas las noches, que con respeto y admiración disfrutó cada uno de los espectáculos puestos en escena, incluso con aquellos de primer nivel convocantes como lo son Jorge Rojas o el mismo Chaqueño Palavecino.
También se pudo notar durantes las cinco noches el aceitado manejo del horario del espectáculo, donde los artistas locales y nacionales subieron al escenario y brindaron su repertorio dentro de los tiempos previstos, motivando que el público disfrute de un espectáculo continuado y sin baches.
El espectáculo del martes por la noche contó con un nivel de excelencia, partiendo desde la locución puesta en escena por el experimentado maestro de ceremonia Jorge Álvarez -que noche a noche demuestra porque su voz es la de mayor jerarquía por estas tierras- y que estuvo acompañado el fiambalence Arturo Rodríguez, que por primer vez se sube al escenario del Poncho y que, además, es el encargado de la conducción del Festival Fiambalá Camino Hacia un Nuevo Sol.
Con un sólido espectáculo al que ya tiene acostumbrado el Chaqueño Palavecino, comenzó su rutina sobre el escenario cantando temas de sus primeras producciones discográficas, tales como Puerto Libre, Taleñita y A la Orillita del Río. Luego, avanzó sobre otros clásicos y hasta mostró un humor que fue muy bien aceptado por el público presente.
Promediando el espectáculo, el artista folklórico más convocante en estos momentos en el país invitó a subir al escenario al Dúo Yukan y al cantautor Roberto Ternán, con quienes cantó tres temas: Zamba Carpera, Camino Al Rodeo y Déjame que me Vaya, estas dos últimas de autoría del músico nacido en Buenos Aires pero que posee un gran afecto por las tierras catamarqueñas como es Ternán.
Luego y para entrar en el segmento final de su repertorio, el Chaqueño apeló a la poesía de Carlos Bazán a través de Catamarca de los Valles, y Virgen de la Peña. A partir de allí, fue el turno de clásicos que hicieron levantar la temperatura de un público mareado de chacareras, zambas y gatos. Así, fue el turno, entre otros, de Amor Salvaje y La Ley y La Trampa.
Fuerza local
Sin lugar a dudas, el número relevante de la noche fue el Chaqueño Palavecino pero antes subieron artistas locales que demostraron la fuerza y el constante crecimiento dentro de la música folklórica local, motivando largos aplausos de reconocimiento por parte del público.
Uno de ellos fue el Chango Santiagueño (Ramón Saad), que demostró porqué se mantiene vigente y hasta pudo alcanzar su cuarta propuesta discográfica Almas a Bailar, difundida recientemente por el Canal de la Música.
Acompañado por Luciano Batallán en percusión, Maxi Domínguez en teclado y Gonzalo Ortiz en bajo, el cantautor santiagueño pero radicado en Catamarca apeló a un repertorio sólido con temas de su último trabajo, como La Renegada, Zamba en Abril, Cruzando el Río y un carnaval cruceño Te Cuento al Oído.
En su estreno se fuego al actuar por primera vez en el escenario del Poncho, el ganador del Pre-Poncho Lucas Astrada demostró sus condiciones y recibió el cálido acompañamiento del público presente. El joven interpretó dos temas con firmeza y por momento emocionado por el sueño que estaba cumpliendo: Madre Provinciana y Cántale Chango a Mi Tierra.
El grupo recreído Fuerza Argentina también dejó su sello. Integrado por Adrián Aráoz, Darío Cisneros, José Travaini, Darío Quinteros y Gustavo y Raúl Ríos, los músicos del este catamarqueño mostraron convicción y un crecimiento profesional notable, lo que quedó demostrado en los temas La Salteñita, Distante y Principiante.
La experiencia de Catamarca Tres, Nolasco Contreras y la Cuja, se sumaron a la particular presentación de los copleros de Antofagasta de la Sierra y a la puesta en escena de la Academia Atahualpa Yupanqui. Además, también dijeron presente Los Hermanos Valdez, Dúo Aguimar, Coya Contreras, María de los Ángeles Ayosa, Fernando Ochoa y Las Voces del Valle.
