En el grupo se encontraba Martín Alejandro Nieva, de 18 años, quien al parecer se molestó porque los demás hacían trampa.
En determinado momento, Córdoba salió a la puerta y en ese momento fue atacado por Nieva, quien tomó un hierro de considerables dimensiones y lo golpeó en reiteradas ocasiones.
Córdoba quedó tendido en la calle, inconsciente y en medio de un enorme charco de sangre, con riesgo de perder la vida.
La fiscal López ordenó la detención de Nieva, a quien acusó de lesiones graves, y después de la indagatoria lo dejó en libertad teniendo en cuenta que se trata de una figura excarcelable.
En los últimos días se comprobó que Córdoba no recuperará la visión por el resto de su vida, por la destrucción los globos oculares.
La fiscal ordenó nuevamente su detención y este viernes lo indagará por lesiones gravísimas.