Como anticipó Crítica de la Argentina, desde el Ministerio de Defensa se argumentó que no se ha tenido “ningún vínculo comercial con la empresa Ferrostaal”.
El argumento de la cartera a cargo de Garré es que la Armada Argentina suscribió un contrato con los Astilleros y Maestranzas de la Armada de Chile (ASMAR) para la compra de la “ingeniería básica” para la fabricación de patrulleros oceánicos por un monto de 2.730.000 euros.
Dentro del acuerdo firmado con los chilenos se estipulaba el pago de “la licencia de construcción del buque”, donde se establecía que –como ASMAR le había comprado la ingeniería básica a la empresa alemana Fassmer, subsidiaria de Ferrostaal– la Armada Argentina debería desembolsarle a la empresa alemana el monto de 500 mil euros.
“La rendición de cuentas es un deber de todo funcionario”, enfatizó Garré ayer durante un acto. No fue la única en reaccionar. La OA determinó abrir la investigación de oficio “luego de que el semanario Alémán Der Spiegel publicó que Ferrostaal AG pagó sobornos durante 2006 a funcionarios del área de Defensa para quedarse con un contrato para fabricar patrulleros oceánicos multipropósito (POM)”, según expresa el parte de prensa difundido por el organismo.
Ante tal escenario, la OA pidió informes al Ministerio de Defensa, la Cancillería y la Oficina Nacional de Contrataciones.
Anoche, la cartera a cargo de Garré informó que se habían dado “instrucciones además a la Oficina de Transparencia del Ministerio de Defensa para que se inicie la investigación correspondiente”.
Der Spiegel había denunciado el supuesto pago de coimas por parte de la firma Ferrostaal para conseguir contratos en América Latina.
“Se cree que Ferrostaal pagó sobornos a la guardia costera argentina en 2006 para conseguir un contrato. Un empleado del Ministerio de Defensa habría recibido una suma de seis cifras en euros que habría compartido con dos altos oficiales de la marina”, puntualizó el artículo.
Por su parte, voceros de Ferrostaal en la Argentina explicaron el pasado martes que “la labor de la empresa se limitó a presentar a las autoridades navales argentinas la posibilidad de suministrarles el patrullero oceánico multipropósito”.
Y añadieron que “las autoridades navales argentinas decidieron adquirir la ingeniería básica al astillero estatal chileno ASMAR”.
Fuente: criticadigital.com.ar
