En esas condiciones pasó por un reductor de velocidad, por lo que perdió el control y cayó en forma violenta.
En un principio se temió lo peor, ya que a decir de los testigos, el motociclista no reaccionaba y pensaban que estaba sin vida.
Los dos móviles de la comisaría Tercera fueron rápidamente al lugar, y los efectivos corroboraron que el hombre estaba vivo.
El motociclista llevaba el casco colgado en el portaequipajes de la moto, circulaba aparentemente bajo los efectos del alcohol, y al caer golpeó su rostro contra el pavimento.
En el hospital se informó después que el motociclista entró a la sala de reanimación.