El mandatario, que prometió "seguir trabajando fuerte contra la inseguridad", no descartó que los asesinos hayan estado drogados. "Pero también es de mal nacidos, cómo van a hacer esto, no tienen perdón de Dios, no se concibe gente normal, gente de bien con esta actitud", aseguró.
"Hay infelices a los que no se los puede controlar", insistió. Este es la primera voz oficial sobre el hecho, ya que ningún funcionario del Ministerio de Seguridad Ciudadana o de otra área del Gobierno había aceptado referirse al caso hasta ahora.
El gobernador retomó hoy sus funciones al frente del Poder Ejecutivo, luego de una semana de ausencia. Estuvo junto a su esposa, Beatriz Rojkés, al senador Sergio Mansilla y al ministro del Interior, Osvaldo Jaldo, en Inglaterra. Allí participó de una feria internacional de turismo.
Fuente: LA GACETA ©