Para ello tomó un bidón con combustible y advertía que se rociaría el cuerpo para prenderse fuego, con un hijo de corta edad en brazos.
Una dotación de bomberos, el jefe de la Unidad Regional Nº 1, efectivos de la comisaría Octava rodearon la zona tratando de convencer a la mujer de que desista de su actitud.
Hasta el propio jefe de Policía, Néstor Ortiz concurrió al lugar, y luego de mantener un contacto con funcionarios del IPV, que se comprometieron a darle una solución, la mujer desistió de sus intenciones.