Luego de realizar varios intentos en vano de poder salvar algunos de ellos, Bayón se dirigió hasta la dependencia policial para realizar la correspondiente denuncia y para que a su vez los efectivos policiales tomen vista del daño producido que le generó una importante pérdida económica que ascendería a los $15.000.
No es la primera vez que en Fiambalá jaurías de perros atacan a corrales y masacran a ovinos y caprinos, causando cuantiosas pérdidas económicas a los propietarios que con mucho sacrificio y esmero cuidan a sus animales.
Mientras que los canes continúan haciendo daños porque las autoridades judiciales no actúan como corresponde; los criadores de los animales muertos quedan con la triste historia y una pérdida económica que lamentan el resto de sus vidas, sin recibir ninguna remuneración por los daños ocasionados que quizás vuelvan a repetirse por la inacción legal.
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