Es mas, en sus elucubraciones, el acusado consideró que las graves heridas que presentaba el detenido, podrían haberse producido en alguna caída mientras escapaba por el campo, debido a que se encontraba en estado de ebriedad.
Aragón se mostró por momentos molesto con algunas preguntas de las partes, fundamentalmente del abogado Víctor Pinto, defensor de Pedro Brizuela, a quien además calificó de mentiroso por haber dicho que cuando ubicaron a Videla en el calabozo, alguien entró y lo sometió a una golpiza.
El sargento Brizuela había declarado que mientras el oficial Jorge Romero escribía a máquina y él descansaba en una habitación, sintió que alguien entró a la celda y comenzó a golpear al detenido, y por ello infirió que el único que podría haberlo hecho, era Aragón.
La jornada había comenzado con los careos entre el oficial José Benavídez y los médicos Gustavo de Alzaá y Antonio Pauletto, pero cada uno se mantuvo en sus dichos.
Al final de la jornada, el abogado Pinto planteó la acusación alternativa y pidió que se investigue la posible participación de otras personas en el hecho, en alusión elíptica a Benavídez, pero el tribunal rechazó el pedido, al menos hasta el momento de la sentencia.
El próximo lunes se retomarán las audiencias, ya con los alegatos de las partes.