Uno de los sujetos ingresó solo, vio que no había casi nadie, salió y regresó de inmediato con su cómplice, empuñando armas de fuego.
Bajo amenazas, los sujetos que actuaron a cara descubierta le exigieron a la mujer que se coloque debajo del mostrador, mientras se apoderaban de la caja registradora, el teléfono celular de la misma, y alrededor de 30 tarjetas de $ 15; $ 20 y $ 50, de distintas empresas de telefonía celular. Luego escaparon aparentemente a pie.
La empleada dijo que los ladrones tendrían entre 25 y 30 años de edad, vestían jeans, usaban lentes y llevaban colocadas gorras de color azul.