Buenos Aires, 24 de julio (Télam).- Rubén Astrada, liberado este miércoles luego de permanecer 27 días secuestrado, reconoció este jueves un diálogo que mantuvo en cautiverio con el empresario Juan Cirelli, dio detalles de sus días de encierro y aseguró que vivió momentos de gran amargura al creer que su madre podía morir de angustia a raíz del episodio.
En un distendido diálogo con la prensa, ya repuesto, afeitado y con mejor semblante, el padre del ex jugador de River Plate detalló que durante los 27 días de cautiverio estuvo atado a una cama, con los ojos vendados, prácticamente sin hablar con nadie y sin comer más que un par de galletitas de agua por día, que acompañaba con tazas de té. (Télam)