La Policía aún no tiene certezas sobre quién es la víctima. Mucho menos sobre quién o quiénes son los autores del crimen. Sin embargo, tienen indicios. Entre ellos, una denuncia sobre la desaparición de un comerciante que fue visto por última vez la semana pasada. Pero, hasta ahora, no encontraron evidencias ni testigos para comprobarlo. "No hay dudas de que se trata de un caso complejo", avisó una fuente policial.
Ayer a las 19, un hombre caminaba por un sendero que conduce a la granja "Santa Clara", a metros de la ruta 305. Ese individuo, cuyo nombre no fue proporcionado por la Policía, percibió un fuerte hedor, pero en un primer momento no se detuvo para ver de qué se trataba. "No le llamó la atención porque en esa zona se suele arrojar mucha basura", contó un investigador.
Sin embargo, cuando vio la nube de moscas, decidió acercarse a unos matorrales que tienen casi dos metros de alto.
Allí, boca abajo, estaba el cuerpo. Le habían atado los pies, y las manos a la espalda.
El vecino salió corriendo espantado y logró comunicarse con la comisaría de El Colmenar. Aunque no era su jurisdicción, estos policías intervinieron debido a la gravedad de la denuncia. No bien constataron lo que había ocurrido llamaron a la División Homicidios y Delitos Complejos.
Personal a cargo de los comisarios Miguel Gómez y Hugo Cabeza y del oficial Jorge Dip trabajó en la escena del crimen. El fiscal Carlos Sale también estuvo allí, supervisando todo. Según los investigadores, el macabro cuadro que hallaron casi no tiene precedentes en Tucumán.
Lo primero que hicieron los expertos fue sacar la bolsa plástica negra que los asesinos le habían puesto en la cabeza a la víctima. Entonces, se dieron con que también habían usado una cinta de embalar transparente para cubrirle el rostro. "Eso ya nos había hecho darnos cuenta de que no era un caso más. Pero después, cuando encontramos dentro de su boca una medalla de oro con la insignia de la Virgen, el mensaje mafioso fue evidente", señaló un investigador.
Los peritos aún no determinaron cuándo fue cometido el crimen. Pero todo parece indicar que no fue perpetrado allí. Incluso, la principal -aunque prematura- hipótesis es que no participó una sola persona. "Como mínimo, deben haber sido tres hombres los que redujeron así a la víctima", añadió un policía.
Además, tienen claro que el homicidio fue premeditado. Incluso, remarcaron que el caso no tiene las características de un asesinato causado por motivos sentimentales.
Ayer, los policías y los peritos estuvieron trabajando más de tres horas en el camino vecinal. Cerca de las 22.30 tuvieron que trasladarse hacia la Morgue Judicial, ubicada en La Rioja e Independencia, para poder continuar con las tareas de identificación del cuerpo. Sin embargo, hasta pasada la medianoche, no habían conseguido hacerlo.
Aún así, los policías tienen como indicio una denuncia radicada durante los primeros minutos del lunes en la seccional 3ª.
Según se informó, una mujer que dijo llamarse Rosa Liliana Moreno, de 40 años, les señaló a los oficiales que su ex pareja había desaparecido.
El comerciante Jorge Armando Matteucci, consta en la denuncia, salió el sábado a las 23 de su casa, situada en calle Mate de Luna 4.348. Moreno aclaró que residen en la misma vivienda, aunque ya no es pareja del hombre de 42 años. Como único dato ella advirtió que, supuestamente, iba a comer un asado con unos amigos en Barrio Norte y, al parecer, también a pagar unas deudas. Y nunca regresó.
Anoche, un equipo de LA GACETA fue a la casa del comerciante. Pero las luces estaban apagadas y nadie contestó cuando sonó el timbre.
Coincidencias
No son demasiadas las denuncias sobre búsqueda de paradero con las características de la víctima que fue hallada en La Aguadita. Por eso, la posibilidad de que se trate del comerciante es la más firme, según la Policía. La camisa color ladrillo, el pantalón beige, los zapatos marrones y el cabello corto son algunas coincidencias. Sin embargo, aún mantienen la cautela porque el cuerpo no tenía ninguna identificación, como documentos, una billetera u otras pertenencias.
Hoy a primera hora, los médicos comenzarán a realizar la autopsia. Pero, a simple vista, ya constataron que la víctima no recibió disparos ni golpes. "Tampoco tenía lesiones que indiquen algún tipo de tortura. Todo parece indicar que lo asfixiaron", aventuró una fuente policial.
Paralelamente, los investigadores volverán al lugar donde fue hallado el cuerpo para realizar una nueva inspección, esta vez bajo la luz del día. Hasta anoche, estuvieron buscando testigos en esa zona. Pero no hay casas sobre ese camino vecinal y nadie se acercó para comentar si había visto algo extraño.
Las dudas y el misterio envuelven el crimen que fue descubierto ayer y, probablemente, perpetrado días atrás. Y, por ahora, los investigadores no tienen certezas. Pero su intuición les dice que detrás del asesinato hay una trama que les será difícil dilucidar.
Fuente: lagaceta.com.ar
