El conductor del vehículo, de quien no se conoció la identidad, perdió el control del rodado, por causas desconocidas, y se desvió hacia el precipicio.
Por fortuna, la abundante vegetación del lugar pudo contener la camioneta, y evitó que caiga.
Al final sólo fue un susto, ya que no hubo que lamentar víctimas personales y los daños materiales fueron mínimos.