La Justicia detectó la falla en la pista, la cual es un informe de la empresa Telecom respecto de las carcasas de los celulares hallados en las viviendas de Moreyra y Bermúdez.
Allí se establecía que los chips de uno habían sido usados en los aparatos del otro, un dato que era imposible de adulterar, porque los números son únicos e irrepetibles.
El fiscal estaba convencido de que el chip del teléfono celular de Bermúdez había sido utilizado con la carcasa del aparato de Moreyra durante el tiempo que Candela estuvo cautiva.
Los investigadores sospecharon de esa situación y examinaron a fondo la prueba, por lo que la Justicia consiguió que la empresa de telefonía admitiera que se había equivocado y que los dos celulares no eran de los detenidos.
Una vez reconocida la falla, la Policía fue hasta las oficinas de la firma y le tomó declaración a un empleado.
El problema con esta pista que se cayó es que la misma se habría tomado como válida -antes de ser invalidada- en el pedido de detención preventiva contra Bermúdez que presentó Tavolaro y dictó el juez Alfredo Meade.
Como consecuencia de esta situación, los investigadores hicieron un minucioso análisis del resto de las pruebas telefónicas desde que se inició la investigación por el secuestro y crimen de la pequeña de 11 años en el partido bonaerense de Hurlingham para que no ocurriera lo mismo que con esta.
De todas maneras, esa no fue la única prueba que el fiscal Tavolaro presentó en el pedido de prisión preventiva, ya que contó con otros elementos "tan contundentes" como ese, según precisaron las fuentes judiciales.
Fuente: 26noticias.com.ar